¿Qué hacer si eres víctima de «LGTbifobia»?

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Nadie elige su orientación sexual. De hecho, aún se desconocen los mecanismos que subyacen y explican la orientación heterosexual. Sin embargo, las conductas de humillación, crítica, vejación y discriminación de la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) son ejercidas por amplios sectores de la sociedad en pleno siglo XXI. A esto se le conoce como LGTbifobia.

Ante el odio, información. Frente a la humillación, formación en valores. Si hay vejación, enseña con base en el respeto. Y ante la discriminación, la promoción de la diversidad en la sociedad. No obstante, esto muchas veces dista de ser posible o real y es necesario conocer qué hacer cuando se es víctima de un delito de odio por la orientación sexual.

LGTbifobia: un delito naciente del odio

La nueva Guía para víctimas de delitos de odio por LGTbifobia, publicada por el Instituto Navarro para la Igualdad (INI), aporta luz a estos oscuros hechos. Lo primero es recordar que este tipo de conductas se tipifican como delito. Por lo general, se presentan en forma de «ataques gratuitos» sin más motivación que odiar.

Los prejuicios nublan a quien agrede y lo transforman en un ser primitivo, sin más capacidad de razonamiento que sus premisas infundadas.

Otras formas de esta fobia son las terapias de conversión que pretenden «curar» la homosexualidad. Al respecto ya se demandan acciones. Como muestra, una carta al director publicada en Gaceta Sanitaria insta a fomentar el desarrollo de legislación frente a la LGTbifobia, que conlleve a penas para quienes realicen y promocionen estas prácticas con efectos nocivos en la salud de las personas LGBT.

La LGTbifobia es toda agresión, amenaza, acoso o daños contra una persona o sus bienes por su orientación, identidad y/o expresión sexual y de género o porque la persona que delinque presupone que la otra es LGTBI+.

– INI –

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¿Qué hacer ante la LGTbifobia?

Si has sentido discriminación por tener una orientación diferente a la heterosexual, debes denunciarlo, pues las leyes te protegen. Comunicarse cuanto antes con la policía es necesario; su labor es identificar a los agresores y comprobar, por ejemplo, las cámaras de la zona donde tuvo lugar el acto homofóbico.

La descripción física es fundamental para dar con ellos. Los funcionarios suelen preguntar si conoces al agresor, cuál era su aspecto, cómo vestía y si tiene alguna seña física particular para contar con una imagen lo más cercana posible a la apariencia del atacante.

Además, si te han golpeado y psicológicamente estás mal, acude a un centro médico para que realicen un informe de lesiones. En este, es imprescindible dejar claro, para quede constancia, que fuiste víctima de una agresión LGTbifóbica.

A este respecto, guarda cuantas imágenes, videos y/o audios tengas, porque servirán como evidencias. Esto es aún más importante si el ataque se produce a través de redes sociales.

Pareja homosexual tomada de la mano
Una manifestación de la LGTbifobia es el acoso escolar, incluso a personas cercanas de los miembros de la comunidad gay.

¿En qué momento denunciar si sufres un ataque de LGTbifobia?

No hay por qué denunciar de inmediato; en ocasiones, hace falta tiempo parar a asimilar lo ocurrido. Conviene tenerse en cuenta a uno mismo después de sufrir una agresión.

Sin embargo, has de saber que la denuncia es tanto una obligación moral como legal. El hecho de acabar con los delitos de odio es un interés que ha adquirido la sociedad. En consecuencia, evita quedarte de «brazos cruzados» ante discursos agresivos del siguiente tipo:

  • Pintadas.
  • Ciber-acoso.
  • Conductas discriminatorias en redes sociales.
  • Panfletos y propaganda contra la comunidad LGTB.
  • Comentarios homófobos y tránsfobos en medios de comunicación.

La denuncia te ayudará tanto como al resto de personas que estén en una situación parecida. A través de este derecho comunicamos los sucesos que distan de estar bien e impulsamos una sociedad que promueva el respeto a la diversidad y que ponga en valor la igualdad de trato. Puede hacerse de manera verbal, directo en una comisaría de policía o llevarla por escrito un juzgado.

Es importante acotar que, según sea el país, habrá alguna modificación en el procedimiento para denunciar estos casos. En general, es esencial entregar todas las pruebas que sustenten la agresión; incluye declaraciones de testigos.

El bullying homofóbico

Si el ataque de LGTbifobia ocurre en el entorno escolar, la primera instancia de denuncia está en el equipo docente y de orientación en la institución. Esta clase de delitos no es algo que solo suceda en la calle o por redes.

Un trabajo compartido por la Universidad Complutense de Madrid refiere que el bullying homofóbico en dicho contexto abarca no solo jóvenes LGBTQI, sino a cualquier otro percibido fuera de los patrones de género normativo o que les asocien con integrantes de la comunidad.

Pareja lesbiana abrazada con la bandera de la comunidad LGTB
Es necesario promover la cultura de denuncia para abrirle camino al respeto de la orientación sexual.

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¿Qué ocurre después de denunciar?

La respuesta es: tiempo y paciencia. En el caso de España, cada denuncia es recibida en un Juzgado Penal especial, denominado Juzgado de Instrucción. En él ofrecen la posibilidad de usar la mediación penal. Esto se llama Justicia Restaurativa. Pero como mencionamos hace algunas líneas, de acuerdo con el país el proceso varía. Incluso, en muchos este tema todavía es una materia pendiente.

En todo caso, la denuncia y el curso legal es algo voluntario que puede ser evitado o abandonado en cualquier etapa. Si bien dicho proceso toma su tiempo, incentivar la cultura de denunciar es esencial para detener la ola de violencia que, a diario, sufren miembros de la comunidad LGBT. Hacer valer tus derechos también es una manera de sembrar conciencia y respeto.

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